El partido del domingo en el Palogrande finalizó casi con el estadio vacío. La gente se paró de sus sillas y empezó a salir en el minuto 31 del segundo tiempo, cuando Sergio Romero marcó el segundo gol para el Deportivo Cali. Y finalmente todos a casa tras el golazo de Vladimir Marín para el 0-3 en favor de los visitantes.
Prometieron jugadores de bajo perfil y con hambre y en el campo fue lo que menos se vio. El arranque fue pálido, pasivo, sin velocidad, sin diná
mica y sin agresividad en la mitad del campo. Además, el debut de los nuevos no fue auspicioso.
mica y sin agresividad en la mitad del campo. Además, el debut de los nuevos no fue auspicioso.
Cali, sin ser arrollador o contundente, sólo aprovechó los errores que cometió el equipo que dirige Santiago Escobar para llevarse los tres puntos del Palogrande ante el desconsuelo de los aficionados.
El primer tiempo se perdió 0-1. Miguel Murillo aprovechó una desatención de Hanyer Mosquera, quien perdió el rebote y venció a Cuadrado. El Once intentó y no fue claro. Edwards Jiménez lució solo ante la pasividad de Óscar Rodas y la inexperiencia de Clemente Palacios.
El complemento se perdió 0-2 para el global de 0-3. El local presionó algo, pero no lo suficiente porque tuvo opciones sin definición. Ahí se dilataron las posibilidades de empatar o descontar.
El 0-2 llegó tras una mala entrega de Heriberto Izquierdo. Vino el contragolpe y Steven Mendoza habilitó a Sergio Romero, quien acomodó la pelota al rincón donde no pudo llegar Cuadrado.
Y el 0-3 fue un golazo de tiro libre de Vladimir Marín, quien marcó a 35 metros del arco rival. El técnico Santiago Escobar dijo ante los medios que si a este equipo se le tiene paciencia, se mejorará.
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