El portero hizo pública desde Barranquilla su decisión de renunciar al salario en el club.
“Siento vergüenza con la gente y me duele lo que sucede en la
institución”, agregó el cuida palos desde la concentración de la
Selección Colombia en la arenosa. Mondragón decidió no recibir más
dinero de lo acordado por el club para ser coherente con sus
pensamientos y demostrar que su interés siempre fue deportivo, incluso
dejo en duda su continuidad para el próximo campeonato.
“Cuando hablé con los directivos del equipo les expresé mi intención de
ganar el dinero con mi trabajo y acompañado de resultados positivos para
el club, pero este momento de incertidumbre colectiva no debe ser
premiado de ninguna forma, por eso tomé la decisión de no cobrar más el
salario y se lo hice saber a quienes corresponde”, declaró Mondragón.
Aunque Deportivo Cali no
está matemáticamente eliminado del grupo de los ocho, el fútbol y la
reacción del grupo no ha sido la mejor y por ello se cambia por segunda
vez en el año de estratega. Sin embargo Mondragón cree que en la
institución deben cambiar muchas cosas.
“En el Cali hay varias cosas que no se han hecho bien en los últimos
años y es muy difícil cambiarlas de un momento a otro, queda mal que las
diga públicamente mientras no lo haya intentado resolver en el club,
pero hay cuatro pilares que deben estar alineados y por el momento no lo
están: Jugadores, dirigentes, periodismo y la hinchada”, expresó.
La crisis en Deportivo Cali afecta todos los sectores porque termina
pagando con su cabeza el técnico, que hace pocos meses llegó como
salvador a la institución. La cuota de responsabilidad de los jugadores
es alta pero solo algunos se duelen de verdad y los directivos no
construyen un proyecto deportivo sólido.
“Siento vergüenza con la gente y me duele lo que sucede en la
institución porque Deportivo Cali es un enfermo terminal que debe ser
atendido con urgencia porque hay temas de fondo que deben solucionarse y
entre todos debemos ayudar a recuperarlo, aunque hay que cosas que me
tienen bastante decepcionado y triste. Estos últimos partidos los jugaré
a muerte para pelear por clasificar y cuando termine el torneo meditaré
sobre mi continuidad porque no me siento bien”, sostuvo.
El centenario ‘azucarero’ debía ser una fiesta, pero, está en gran parte enrarecido por la crisis: técnico interino (Héctor Cárdenas), jugadores
señalados por su bajo rendimiento, directivos elegidos por unanimidad
por la asamblea de asociados pero sin respuestas para la institución que
lleva un camino poco acertado en lo deportivo. En el Cali hay plantel,
pero no hay equipo.
“La responsabilidad de lo que le sucede al Deportivo Cali es un tema
colectivo, aunque los jugadores tenemos un porcentaje más alto que
cualquiera porque somos los que jugamos, todos permitimos llegar a esta
difícil situación luego de haber tenido un buen rendimiento en el primer
semestre y no cumplimos en el segundo. Ahora habrá que replantear todo
para salir adelante”.
Redacción Futbolred.com
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